Como prenda de vestir, el pantalón es un clásico. No hace falta que nadie lo diga ni lo comente en sus redes sociales para informar a la gente. Es algo que todo el mundo sabe. Pero, partiendo de la base de que es una prenda común que no falta en ningún armario, ha ido evolución a lo largo de los años.
Hemos visto pantalones con más o menos licra, de cintura baja o alta, con muchos botones, sin bolsillos, de campana o pitillo. Las diferentes clases de pantalones son infinitas.
Ahora, en estos últimos meses hemos visto la nueva temporada de pantalones, que se parecen a los del año pasado pero con diferencias sutiles. En primer lugar, la vuelta del pantalón pitillo, el miedo que tenian muchas personas está volviendo. En segundo lugar, un pantalón que en su mayoría es de cintura alta o media, de pata recta y ancha y el color que predomina es el blanco o colores muy claros.
El problema principal con estos pantalones es que muchas veces las marcas los hacen muy largos, de esta manera los compradores pueden cortarlos, hacerles un dobladillo, un bajo…
Por desgracia para nuestra sociedad hay muchas personas que o no son conscientes de ello o no saben apañarse el pantalón. Es por ello que alguna vez, sentados en el metro, podemos ver a alguien que va a la última con unos pantalones blancos recién estrenados pero, lleva el pantalón arrastrándole y volviéndolo negro.
Por Claudia Vaquero Reina
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