Bien, pues he hecho una recopilación de los trucos para tener un cuerpo 10 que hemos oído mil veces, y alguno más. Aquellos tips que a mí me funcionan y con los que yo me siento cómoda (que no tienen porque dar el mismo resultado en otras personas).
Y lo más importante para mí es el ejercicio. Si quieres perder peso es lo que más te va ayudar. Porque la alimentación es importante, pero si a tu rutina le incluyes unos ejercicios, tu cuerpo lo va a notar y va a responder ante ellos. Y para conseguir tonificación, es una parte imprescindible. Si no estás acostumbrado a horas de gimnasio empieza poco a poco. No es ninguna tontería subir por las escaleras en lugar de coger el ascensor, pero muévete un poquito más. Si te da pereza apuntarte al gimnasio, ejercítate en casa. Puedes encontrar millones de workouts en internet, e incluso apps para tu móvil. Mi favorita es Workout Trainer. Busca un horario fijo para hacer deporte, ya que si no, siente acabarás encontrando algo mejor que hacer. También puedes hacer deporte en grupo, con tus amigas o en pareja, ya que os animais mutuamente y aprovecháis para pasar un rato juntos y poneros al día.
Una alimentación sana y equilibrada es esencial. Y no es nada nuevo, pero es muy importante no saltarse ninguna de las cinco comidas. La fruta nos puede ayudar un montón en nuestro propósito, así que se convierte en el snack perfecto a media mañana, o para la tarde. Yo adoro la piña, porque sus propiedades son ideales para hacer una buena digestión.
La cantidad de lo que comemos es importante, aunque no tenemos por qué pasar hambre si sabemos lo que podemos comer y aquello de lo que no debemos abusar. Azúcar, alcohol y fritos son nuestro peor enemigo. Pero no se trata de prohibirte comer todas las cosas ricas. Puedes darte un capricho (muy) de vez en cuando. Simplemente piensa en tu objetivo cuando tengas ese antojo, y valora si te merece la pena.
El picoteo tenemos que eliminarlo de nuestros hábitos, porque no deja de ser una rutina más. Si te pueden las ganas, come pepinillos o zanahoria. Y si no te apetece ninguna de esas cosas, es que no tienes hambre.
Bebe mucha agua. No soy la más indicada para dar este consejo, pero es nuestro gran aliado, porque ayuda muchísimo a eliminar todo lo que nuestro cuerpo no necesita. Si no eres capaz de beber, al menos un par de litros, prueba con infusiones. Es una forma distinta y menos aburrida de consumir agua.
Come con calma, masticando despacito. La sensación de saciedad llegará antes.
Olvida las dietas milagro, porque perder peso es un proceso lento. ¿O no has escuchado hablar del efecto rebote? Lo que rápido baja, rápido sube. Las metas siempre factibles y a medio plazo, para no desanimarnos.
Y lo más importante es la actitud. Afrontar tu objetivo con positividad mejora los resultados. Y sobre todo, tienes que estar agusto contigo y aceptarte. Debemos tomarnos esto con calma, siempre y cuando no alcancemos una delgadez extrema o niveles peligrosos de obesidad.
La supervisión de un profesional puede ayudarnos a corregir nuestros malos hábitos alimenticios, y sobre todo es un incentivo para llevarlo a la práctica, que la teoría ya nos la sabemos todos muy bien.
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