¿Os acordáis de las cenas sanas para toda la semana? Hoy te traigo una nueva receta que sumar a la colección. Y es que la berenjena rellena, a pesar de que parece un plato apto para todo tipo de dietas, no es tan hipocalórico como pensamos. Bechamel, queso gratinado... ¡STOP! Hoy te traigo la versión verdaderamente sana (e improvisada) para comerte un plato de berenjenas rellenas delicioso, eliminando todas esas calorías adicionales.
Para empezar, corta las berenjenas por la mitad y hornéalas hasta que las veas doraditas. La carne tiene que estar bien cocinada y blandita para que no sepa tanto a verdura. Y una vez listas, vacíalas y pica la carne de la berenjena hasta conseguir una especie de puré espeso. No te olvides de la sal porque si no el sabor será muy amargo. Esta masa hará la función de la bechamel, y nos servirá para conseguir que ligue el relleno.
Y mientras tienes las berenjenas en el horno, aprovecha el tiempo. Pocha unos taquitos de cebolla. Cuando los empieces a ver listos, añade espárragos trigueros muy cortaditos y champiñones laminados. Por último, rehoga en esa misma sartén la carne de pollo con ese revuelto. Cuando esté cocinado a tu gusto, añade la masa de la berenjena que hemos ido preparando, y rellena las pieles.
Y ¡voilá! Se trata de un plato muy sencillito y que gusta mucho. Seguro que hay quien piensa que soy una cocinera nefasta y que me explico fatal (y tiene toda la razón), pero espero que consigas descifrar esta receta y la pruebes, porque no se tarda mucho y descubrirás que comer sano puede ser una tarea facilísima. Y como siempre te digo: innova. Adapta la receta a tus gustos, y seguro que das con el plato ideal.
Pilar López
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