“Las meninas”
Se trata de una de las obras fundamentales de Diego Velázquez, uno de los pintores barrocos más destacados de nuestro país. Anteriormente esta pintura realizada al óleo era conocida como “La familia de Felipe IV”. En ella se puede apreciar, entre otros personajes, a la Infanta Margarita de Austria que está rodeada por las meninas. Si prestamos atención a la obra también descubriremos la presencia de Felipe IV y su esposa Mariana de Austria así como de un autorretrato del propio pintor sevillano.
“La maja desnuda”
El zaragozano Francisco de Goya también es uno de los pintores más destacados del Museo del Prado. Y es que en este espacio se puede apreciar “La maja desnuda”, de estilo neoclásico, en el que se retrata el cuerpo de una mujer recostada sobre un lecho. Esta obra de Goya fue muy atrevida para su época porque se captura el erotismo a través de una mujer real que no duda en mirar directamente a su observador. Éste juega con la luminosidad en su cuerpo y en su rostro para resaltarlos como foco de atención.
“Las tres gracias”
El Museo del Prado también guarda con mimo obras de artistas de otros países. Es el caso de uno de los cuadros más famosos del pintor flamenco Peter Paul Rubens. Este creador barroco pintó a tres hermosas mujeres completamente desnudas. Estas tres gracias de Rubens quedan unidas a través de sus brazos en una estampa idílica que mantiene como fondo un pintoresco paisaje. Antes de llegar al Museo del Prado este cuadro fue adquirido por el rey Felipe IV.
“El jardín de las delicias”
El pintor neerlandés conocido como “El Bosco” es otro de los artistas que se dan cita en este Museo del Prado a través de una obra que para los visitantes se convierte en toda una delicia visual. Nos encontramos ante un tríptico pintado al óleo compuesto por tres paneles. Al parecer la parte izquierda alude al paraíso terrenal, mientras que la parte derecha no podía ser otra representación que la del infierno. Por último, el centro de la composición hace referencia al jardín de las delicias.
“El caballero de la mano en el pecho”
El Greco se convierte en el autor de uno de los retratos más conocidos mundialmente en el que se pintó a un hombre con un porte serio y una vestimenta oscura. El creador griego desarrolló un estilo muy personal durante su trayectoria y este cuadro, cuya técnica pictórica empleada ha sido el óleo, es una muestra de ello. En un primer momento se creía que el retratado era Miguel de Cervantes Saavedra, aunque en la actualidad todo parece apuntar a que se trata del marqués de Montemayor.
Por Paula Olvera Pérez
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