Si
“NO QUIERES más”, “NO te lo COMAS”
Mark Ryden |
Bien,
sin darse cuenta, mi madre me estaba inculcando varios valores
negativos que condicionarían mi vida posteriormente.
El
PRIMERO: nunca digas no, rechazar el esfuerzo de otra persona te convierte en un ser malcriado y desagradecido.
SEGUNDO:
come aunque ya no tengas mas hambre, podría venir otro mas listo y
quitarte la comida que tienes aunque no la quieras.
-que
absurdo, si no la quieres ¿que mas te dá que te la quiten?.
TERCERO: eres una mala persona y un egoísta que no piensa en los demás, hay
gente que esta mucho peor que tu por ello has de ser buena persona y
entrar por el aro y obedecer aunque no quieras.
Y en
CUARTO lugar, si no lo haces estas castigado, por aquel entonces me
castigaba mi madre, hoy día podría castigarme dios, el karma, el
universo o " yo" con mi culpabilidad eterna (incansable e implacable y sin piedad).
El
miedo a dejar ha alguien marchar que ya no quieres se produce por
cuestiones muy similares a las de dejar el plato de comida a la mitad
si no quieres mas. Te sientes egoísta, culpable, mala persona,
desagradecido -con todo lo que ha hecho por mi... -.
Puedes
sentir rabia y avaricia cuando piensas que otra persona puede venir a
quitártelo aunque ya no lo quieras.
Y por ultimo, el miedo al castigo
universal: jamás encontraré a nadie como el/ella, el karma hará
que me deje un ser amado, ¿que voy ha hacer solo/a? Y ¿la casa? Con
todo lo que me ha costado, ¿y los niños o el perro? si los hay.
Mark Ryden |
Si
dejas que estos pensamientos te dominen y formen parte de tu relación
con la existencia, te comerás todo el plato sin rechistar durante
años aunque no quieras, sin embargo, si reflexionas un poco y
escuchas lo que quieres o no y te respetas a ti mismo por encima de
todo, dejaras el plato cuando no quieras mas y explicaras amablemente
los motivos de porque lo dejas a quien te lo ha preparado con tanto
esfuerzo. Puede ser que se enfade y te castigue o puede ser que lo
entienda y tire los restos, de cualquier modo has hecho lo mas
importante respetarte a ti mismo, en cualquier momento, aunque eso
conlleve el rechazo, el fastidio o el castigo de otros.
El
respeto a uno mismo en cada momento de tu vida son las alas de la
verdadera libertad.
Dedicado a Ilina, con amor, Eva.
evajimenezbuenomalaga@gmail.com
Buenisimo, en hora buena.
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