La calvicie
ocurre cuando el folículo se adelgaza con el paso del tiempo produciendo un cabello
más fino y corto, hasta que el folículo deja de producir cabello. Sin embargo,
el folículo sigue vivo por lo cual es posible que crezca cabello de nuevo.
La calvicie
sigue un patrón, la línea de la coronilla del cabello retrocede y se adelgaza
el pelo. Primero retrocede el cabello y crea una forma de M, luego de U
alrededor de los lados de la cabeza.
Si empiezas
a notar más cabellos sobre tu almohada, ropa, peine o sobre tu lugar de
trabajo, deberías plantearte cuidar más tu cabello e ir a un especialista.
La pérdida
de cabello puede deberse a otros trastornos si se da en parches, presenta
enrojecimiento en el cuero cabelludo, descamación, dolor, caída general del
cabello o ruptura del pelo. También si el cabello comienza a caerse al usar un
medicamento nuevo.
Las
alopecias adquiridas pueden deberse a algunos medicamentos, productos químicos o
cosméticos. También puede ocasionarse por anemia, infecciones, cirugías, fiebre
elevada, exceso de grasa en el cuero cabelludo, cáncer, y, sobretodo, estrés. En
estos casos el cabellos e recupera una vez que cesa la causa.
La causa
más importante es la herencia, se trata entonces de alopecia androgénica que
por lo general comienza de los 20 a los 30 años. Aun así, actuando a tiempo se
puede disminuir el proceso e incluso recuperar cabello perdido. Algunos
consejos para lograrlo son:
Usa un
champú adecuado para tu tipo de cabello, de preferencia uno especial para
fortalecer el cabello y para la caída del mismo. Los champuses y lociones de
ortiga activan el crecimiento. La manera de aplicarlo también es importante, no
frotes con demasiada fuerza ni uses las uñas. Con las yemas de los dedos frota
suavemente sólo el cuero cabelludo, no todo el cabello. Después de lavar el
cabello enjuágalo muy bien con agua tibia, nunca caliente.
Si no tienes
el cabello muy grasoso, no es necesario que uses champú todos los días. Ya que
la resequedad en el cuero cabelludo agrava la alopecia. Lo mejor es usar champú
un día sí y otro no, esto no quiere decir que no puedas enjuagarte la cabeza todos los días
sólo con agua.
Secado y
protección
Para secar
tu cabello no es recomendable que lo frotes con la toalla, presiónalo gentilmente
para retirar la humedad y déjalo secar naturalmente. Si es necesario que uses
secador hazlo en temperatura tibia a fría. No hay problema en usar gel o algún producto
fijador. También es importante usar gorra o sombrero, al contrario de lo que se
cree, si vas a permanecer bajo el sol o en el frío porque las temperaturas
extremas aumentan la dermatitis, la
seborrea y el sudor, que empeoran la calvicie.
No es recomendable
masajear el cuero cabelludo porque la mayoría de la gente tiende a hacerlo con
mucha fuerza lo cual crea tracción en el cabello que lo deteriora. Tampoco
cepilles con frecuencia el cabello, es mejor peinarlo con un peine de púas
anchas y sin jalarlo.
Alimentación
y hábitos
Es
indispensable mantener una buena alimentación rica en alimentos con vitamina B,
C, D y E, y minerales como el selenio, silicio, magnesio y manganeso, que
encontramos en carnes rojas, pescado azul y en las hojas verdes. La levadura de
cerveza, que podemos obtener de los cereales, también es muy recomendable, asimismo
los frutos secos y el aceite de hígado de bacalao. Además se recomiendan los
suplementos con vitamina B6, biotina, zinc, magnesio, planta de cola de
caballo, y extracto de semilla de calabaza. Llevar el pelo muy corto o
totalmente rasurada la cabeza, refuerza el crecimiento del cabello.
Finalmente,
puedes consultar a un dermatólogo experto en cabello (tricólogo) que determine
tu tipo de alopecia y el mejor tratamiento.
Actualmente hay dos medicamentos aprobados para tratar la calvicie masculina:
Minoxidil (Rogaine) y Finasterida (Propecia, Proscar). También están
disponibles los trasplantes de cabello. No se recomienda la sutura de
peluquines al cuero cabelludo, ya que puede ocasionar cicatrices e infecciones.
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