Peatonito, el luchador que defiende a los peatones

En México DF un joven anónimo lucha contra la inseguridad en las calles a su manera. Interviene cuando los conductores ponen en riesgo la vida de los peatones con la cara escondida atrás de una máscara del luchador Black Shadow.

Era una vez un mexicano que quería hacer algo contra la inseguridad en las calles que sufre su país. Las muertes en las calles son más numerosas que las muertes por drogas en el país. En el DF hay aproximadamente 6 millones de vehículos, y cuando hay tanta gente en la calle resulta en muchos accidentes. Según el Courrier International, cada año mueren 24000 personas en esas calles.

    

Dos a tres veces por semana Peatonito, pone su disfraz de justiciero con su máscara y su capa negra y va en búsqueda de los malos conductores. Sin embargo, lo que hace Peatonito, lo hace de buena onda. Es decir si ve que un conductor a cometido un error le dice de manera divertida y amable y según dice, la gente se lo toma para bien. Aprovecha también esos paseos para pintar las líneas de cebra borradas por ejemplo y de esta manera también ayuda a los peatones.

Este joven de 26 años trabaja en la concepción de hardware para robots. Con la ayuda de un colega, han concebido  unos mini-drones que vuelan para tomar fotos aéreas del trafico en México y así poder ubicar unos cruces peligrosos o líneas de cebra borradas.

Cabe destacar el hecho de que en México, el peatón no tiene la prioridad. Si un peatón cruza la calle y un coche lo aplasta, es culpa del peatón. En cambio en Europa por ejemplo, el peatón tiene la total prioridad en todos los casos y cuando llega a haber accidente entre un peatón y un coche, aunque el peatón cruce la calle cuando no debía, la culpa es del coche por no haberlo visto. Otro punto negativo de la conducción en México es que no existe un examen obligatorio de conducción (solo hace falta llevar una foto y pagar para conseguir el carnet de conducir), la gente conduce muy mal sin respetar casi ninguna regla. Por ejemplo, es mínimo el número de conductores que usan sus direccionales entonces van girando y rebasando sin avisar, lo que le hace el trabajo más difícil al coche que viene atrás.

Camille