Hace unos años que el concepto está muy en vogue. Es más, es la tendencia del momento para la belleza de los pies. El concepto es sencillo: sumergimos los pies en una mini piscina llena de pescaditos carnívoros que van comiendo felizmente las pieles muertas que tenemos en nuestras extremidades. El problema es que la agencia nacional de seguridad sanitaria hizo un reporte indicando que el fish spa no es una práctica sin riesgos de infección. Por que? Porque no hay una reglamentación en vigor para vigilar este tratamiento. El agua no puede ser desinfectada ya que mataría a los peces y por otra parte, los pies con gérmenes o infecciones pueden contagiar a unos pies sanos. Además, para un buen procedimiento el fish spa recurre a unos peces llamados Garra Rufa que no tienen dientes pero algunos institutos usan peces más gordos y grandes que tienen dientes. Un riesgo importante para el cliente teniendo en cuenta que el Garra Rufa solo chupa los pies y los otros muerden con sus dientes y hacen heridas. En resumen, todo eso se ve so much fun pero al final es un nido de microbios en donde unos peces dientudos pueden acabar con tus pies.
Camille
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