Parece ser que las substancias ilícitas no pasan de moda. Solo hace falta abrir el periódico para ver mil historias sobre el tema. Como este articulo de hoy que contaba que unas chicas colombianas se disfrazaron de monjas para pasar drogas pero fueron arrestadas en el aeropuerto. O también recientemente estas parejas de españoles que fueron violados entre otras cosas en Acapulco porque se metieron en barrios poco recomendados a buscar drogas. Como dicen : “donde hay droga hay tema”, cada quien lo interpreta como quiere. En fin, son muchas las historias que se oyen o se oyeron hablando de lo que le paso al amigo del vecino de la hermana de fulano. Así que hoy nada mas les contare la mía.
Hace unos años en este mismo periodo me entere de que uno de mis primos se había muerto en su coche de sobredosis con la jeringa todavía metida en el brazo. El consumía heroína, era un chico muy lindo pero un poco débil de personalidad. Fue varias veces a centros de desintoxicación, pero como decía: “cuando sales, esta misma gente que te vendía, que se dicen ser tus amigos, que saben en donde vives etc, siempre te volvían a buscar y en cualquier ocasión vuelves a caer”. Un buen día se casó, lo que supimos después es que su mujer sufría de la misma dependencia. Total que se murió a sus 25 años, jovencito. Todo eso me hizo mucho pensar sobre el ¿por qué? y el ¿cómo? y mi conclusión es que creo que todos estamos de bajón o muy tristes por momentos y podemos pensar que sería la buena manera de escapar pero yo vi algunos amigos que se hundían mas cuando se les pasaban el efecto. Si sabes que eres una persona que tiene bajones pero luego te recuperas no deberías meterte en las drogas porque no las podrás soltar. Luego están estas personas que las prueban una vez al año ya que son personas muy estables de ánimos y que pueden perfectamente lidiar con el tema. En todo caso, no hay que lanzarse porque sí, hay que pensarlo muy bien porque honestamente ya con el alcohol uno se la pasa muy bien.
Me dio ganas de hablar sobre el tema esas fotos hechas por el ingles Roman Sakovich que enseñan la mitad de la cara normal de las personas y la otra mitad bajo los efectos de las drogas.
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