El cine está de luto: el discreto adiós a Alfredo Landa
Este viernes 10 de mayo se ha celebrado la despedida del actor Alfredo Landa en el cementerio de Santa Ana situado en el municipio madrileño de Colmenar Viejo. Los familiares más cercanos y amigos del actor han acudido al responso y último adiós en un acto marcado por la solemnidad. El actor, que será incinerado hoy en el Tanatorio de Colmenar Viejo, asumió la tarea de hacer reír a una España que vivía los últimos años de dictadura. Pocos actores en la historia del cine pueden presumir de tener un género propio. Alfredo Landa consiguió él solo, con su "landismo", hacer reír a un país que no estaba para muchas bromas, además de demostrar un gran poderío dramático en Los santos inocentes o El bosque animado.
El pasado jueves falleció en Madrid el conocido actor Alfredo Landa a los 80 años de edad. Con tres Goya -uno de ellos de honor-, Landa ha sido uno de los intérpretes más queridos por el público, al que le deja cuarenta años de profesión y más de 120 películas.
Sus inicios, como la mayoría, fueron difíciles. Tras una pequeña experiencia como actor en el teatro universitario, consiguió sobrevivir a base de pequeños papeles en salas de la capital. Gracias a uno de estos papeles, el director José María Forqué se fijó en él y le hizo debutar en su próxima película Atraco a las tres. Este papel le abrió las puertas del cine. A partir de aquí, comenzó su andadura como intérprete con trabajos cinematográficos. Pero fue con la comedia cuando Landa alcanzó el éxito y llegó a tener un género propio, el“landismo”. En una época donde España estaba viviendo los últimos días del franquismo, este navarro supo sacar una sonrisa a los españoles.
Pero Landa no se quedó estancado en el “landismo” y avanzó hacia un cine más dramático y profundo. A principios de 2004, le diagnosticaron un cáncer de colon por el que fue intervenido con éxito. Ante la noticia, Landa afirmó “Si hay que morirse, pues se muere uno, que ya he vivido lo mío. Mi vida ha sido cojonuda. En algún momento tienen que acabar”. En enero de 2009, sufrió un ictus cerebral que le dejó en silla de ruedas durante varios meses. Dos años antes, y tras anunciar su retirada profesional a los 74 años de edad, había recibido el Goya de Honor de la mano de la Academia de Cine Española. Con su muerte, el cine español pierde a uno de sus intérpretes más importantes y reconocidos a lo largo de la historia.
Sus inicios, como la mayoría, fueron difíciles. Tras una pequeña experiencia como actor en el teatro universitario, consiguió sobrevivir a base de pequeños papeles en salas de la capital. Gracias a uno de estos papeles, el director José María Forqué se fijó en él y le hizo debutar en su próxima película Atraco a las tres. Este papel le abrió las puertas del cine. A partir de aquí, comenzó su andadura como intérprete con trabajos cinematográficos. Pero fue con la comedia cuando Landa alcanzó el éxito y llegó a tener un género propio, el“landismo”. En una época donde España estaba viviendo los últimos días del franquismo, este navarro supo sacar una sonrisa a los españoles.
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