Vamos a dedicar la primera parte de este post a analizar cómo los volantes se han vuelto a hacer un hueco entre nosotras, convirtiéndose en una de las tendencias clave de este Otoño-Invierno. Ya sea en clave folk, hippie, con aires espectaculares o como una evolución del peplum, los volantes han llegado para quedarse:
Altuzarra nos los presentaba en clave gypsy, con infinidad de monedas en unos looks que bien podría lucir Esmeralda en El Jorobado de Notre Dame.
En Moschino los veíamos desde su versión más discreta, que evolucionaba inundando faldas hasta convertirse en los protagonistas del ya famoso vestido con el que Cara Delevingne cerró el desfile.
Isabel Marant, con su toque western habitual, y esta vez con aires hippies, nos proponía vestidos y faldas con volantes en versión micro, experimentando con los materiales: gasa, estampada, satén, ante, encaje...
Lanvin los interpretaba sin renunciar a su elegancia eterna, ya sea a modo de peplum trabajado, en su versión más minimal como un simple twist al cuello, o esculpiendo ese espectacular vestido en blanco y negro.
Sarah Burton los llevaba hasta sus últimas consecuencias en Alexander McQueen, y nos mostraba sus espectaculares creaciones dignas de reinas del pop.
En Gucci veíamos pequeños volantes en vestidos vaporosos, un entrante de lo que podríamos disfrutar en su colección Primavera Verano 2013, que veremos en la segunda parte del post.
Y para finalizar, en Burberry Prorsum hubo una buena dosis siempre en clave british, en forma de falda lápiz a la rodilla que Christopher Bailey nos proponía en distintos materiales: denim, terciopelo, paño, tweed...
Pero la cosa no acaba ahí... estad atentos a la segunda parte del post, en breves.
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