Comerte un plato de escaldón cuando no estas en Tenerife, es como comerte un trozo de tu tierra, es como volver a casa. Tiene un pedacito del Teide (la pelota de Gofio), tiene ríos de lava (el Mojo rojo). Todo esto cubierto sobre un mar de nubes (la cebolla picada)... nada más comerlo sientes el calor tu gente y enseguida te sientes lleno, completo y feliz porque no te hace falta nada más.
¡Que suerte ser de Tenerife, que suerte vivir ahí!