Se acaban las vacaciones para muchos de nosotros. La vuelta a la realidad se acerca: es momento de cambiar el "chip". Lo mejor es adaptarse y afrontarlo desde una perspectiva positiva. Nadie dijo que sería fácil volver a encontrarse con esas situaciones que nos tensan a lo largo del año, la rutina, con el despertador, pero está claro que lo tenemos que asumir. Comenzad pensando que si estuvimos de vacaciones es porque tenemos trabajo para poder permitírnoslo. Debe ser un punto fuerte para la tan odiada vuelta al trabajo. Incorporarse, si es posible, a mitad de semana puede ayudar a que la vuelta no cueste tanto.
Aunque volvamos a la rutina el buen tiempo aún nos acompaña, por lo tanto aprovecharlo para hacer actividades al aire libre nos va a ayudar. Aprovechar nuestra tradición del "tapeo" en las terrazas que nos brinda nuestra cultura, relajarnos leyendo en el campo o en cualquier jardín de nuestra ciudad, pasear o andar en bicicleta pueden ser planes perfectos para relajarnos y adaptarnos al cambio.
La vuelta al trabajo es inevitable, así que dedicad la energía a ser positivos y a actividades que nos agraden, en lugar de quejarnos. Además debemos pensar que hoy por hoy quien tiene un trabajo tiene un tesoro.
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