Baby Come Home tiene todos los ingredientes para ser pefectmente una canción de las últimas décadas del siglo pasado, tiene un aire disco muy de los 70, un ritmo a mediotiempo de los 80 y una letra y estribillo pegadizo al más puro estilo de los 90. Esta canción pretende promocionar algo más Magic Hour que su predecesor, Only The Horses, que solo alcanzó un puesto número 12 en algunos de los charts y luego empezó a caer en picado. Baby Come Home les augura más exito aunque solo sea porque una vez que la escuchas cuesta quitársela de la cabeza.
Lorenzo Fonda ha sido el encargado de dirigir este vídeo en el que vemos a los componentes del grupo disfrazados de múltiples formas, convertidos en dibujos animados y entre grafismos varios. La idea es algo más original de lo que suelen hacer los artistas de ahora, tiene algo de pop art y de la estética de los vídeos de los 80. Todo muy retro pero con ese punto moderno que no lo convierte en algo rancio. Aunque ya hay quien los critica por que abusan mucho de la estética gay parade , ellos son los Scissors Siters y no quieren ni sonar ni parecer como otros grupos y a quien no le guste que no mire, y es difícil encontrar esta actitud en el mundo de la música, pocos son los que se atreven a ser ellos mismos.
El clip empieza con una botella de cerveza con el logo de los Scissor Siters y poco a poco se va haciendo zoom sobre él, un zoom que por otra parte será constante en todo el videoclip para hacer las transiciones. Simulando marcas y logos de cerveza y licores los integrantes del grupo aparecen disfrazados, cantando y con parte de la letra en cada logo. Los podemos ver como monjas, frailes, como un dios borracho, cartas de la baraja francesa, caballeros medievales, vikingos, remeros, marineros, sirenas, faunos, brujas, bañistas marcados a fuego, presos o como demonios.
Todo esto hasta que aparece un conejo triste al que intentan animar otros tres, representando a cada miembro del grupo y ya como colofón final se mezclan todos los grafismos y se ponen a mover un poco, cada uno a su bola. Al final volvemos a la escena de la encimera pero esta vez con muchas más botellas y en cada etiqueta hay uno de los grafismos que han aparecido a lo largo de todo el vídeo. Esto es lo que es extrañar a alguien y querer ahogar las penas en el alcohol. Puede que al final el vídeo se haga un poco pesado pero al menos nos ofrece algo distinto de lo que podemos ver últimamente.
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