Así sin conocer, lo primero que viene a la mente al pensar en Bruselas es el patrimonio cultural de las caricaturas y las famosas french friesconocidas en toda Europa por ser buenísimas. No sabía nada mas de esta ciudad, de hecho nunca me ha llamado, no hubiera ido si no fuera para visitar a uno de mis amigos.
Había visto que para ir del aeropuerto al centro de la ciudad, se puede en bus o en tren. El recorrido en tren me pareció más fácil. En la página www.b-rail.bees muy sencillo averiguar el recorrido entrando la estación de partida y la estación de salida. Eso si, es muy importante prepararlo antes porque una vez allá, todo está escrito en neerlandés y francés, pero más importante aún, los trenes no pasan muy seguido entonces es mejor tener idea de los horarios para manejar los cambios de trenes etc….El mapa de la ciudad ya lo me lo había bajado con Offmaps en el Iphone, así que iba súper lista.
Cuando salí del metro, me encontré sola con mi maleta en medio del bosque. Nunca jamás había visto tal cosa: una salida de metro en medio de un bosque. Me entro un poco de miedo de hecho. Luego ya me encontré con mi amigo y nos fuimos hasta el centro y su Grand plaza. Mientras nos sentamos para contemplarla, degustábamos de las deliciosas frenchfries. Mis primeras impresiones fueron buenas aunque ninguna me tomo por sorpresa: todo era bonito, pequeñitas calles, pequeñitas casas con carácter, arquitectura bonita, muchas galerías de arte, buen ambiente. Me pareció un mix entre Amsterdam y Praga. Eso sí, las enormes pinturas de caricaturas pintadas en las paredes de la calle son increíbles. Le dan mucha personalidad a la ciudad, es algo único. De hecho, es muy divertido hacer el recorrido a pie que da la oficina de turismo para ir descubriendo las diferentes pinturas de la ciudad. También vale la pena visitar el museo de la BD en el cual se pueden ver todos nuestros personajes favoritos de caricaturas como lo son Tintin y Milou o Luky Luke. Luego la estatua de Everard’t Serclaes, lord de Cruyckembourg, liberador de la ciudad durante la guerra de sucesión del Brabant es imprescindible, dicen que da la buena suerte a aquel que la toca. El palacio real y las galerías reales de Saint-Hubert también son unas de las atracciones turísticas más importantes. Otra cosa que me encanto, es la vista a 180º que hay desde la plaza Polaert, se puede contemplar todos los techos de la ciudad, es precioso. De allí, se coge un ascensor que nos lleva a la parte baja de la ciudad en un barrio ideal para comer algo en terraza y pasear a gusto.
Algo que recomiendo mucho, es la fiesta Antitapas Belgian Night que se celebra una vez al mes en unas cavas preciosas con arcos entre las columnas. Por cinco euros, dan comida y música toda la noche. En este lugar gigantesco, el espacio está dividido en varios espacios para disfrutar: el espacio de música brasileña, el espacio de jazz, el espacio rock etc... Las dos mil personas que asisten van paseando de un “escenario” a otro y bailando como locos. Ver la página Facebook para más información.
Me hubiera gustado quedarme más para ver más cosas pero por ser la primera vez si pude ver bastante. No se olviden probar los maravillosos gofres, aquel con crema de Speculos (galleta) es deliciosa.
Camille.
¡Me encanta tu post! estuve un año viviendo en Bélgica y me conozco Bruselas super bien!que recuerdos!!estoy deseando volver!
ResponderEliminarGracias!!, yo también quiero volver y conocer mas cosas y otras ciudades de por allá...
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