Vuelve la reina del Indie, Florence + The Machine, nos trae su último single, Never Let Me Go. Esta es, como todas sus canciones, una pieza que eleva el espíritu, que solo con escucharla paraece que estas escuchando algo sagrado y es a es la magia de su música y de su voz, esa es la magia que asegura su éxito por mucho tiempo.
En esta ocasión Florence Welch se ha teñido el pelo de negro, ha dejado a un lado la sofisticación que la caracteriza y ha optado por un look mucho más normal. La verdad que ese estilismo le favorece solo en algunos planos pero esto es lo que hay cuando lo que persigues es que sea la música quien lo diga todo y que lo demás solo sea un mero acompañamiento, no una distracción.
Un clip sencillo, rodado en una pista de hielo, dos actores, mucha agua en todas sus variantes. oscura y sucia como el petróleo, desbordándose de un lavabo, en pequeños charcos en el suelo o goteando de la ropa. La cantante londinense es de las pocas que pueden hacernos parecer adorable el patinar torpemente. Un vídeo lleno de angustia, pero que tiene ese tipo de belleza grotesca que te conmueve y no te permite apartar la mirada. Todo una obra de arte, como la mayoría de sus vídeos, que te deja sin palabras.
Pero esto solo es un adelanto de algo que promete dejarnos sin aliento. Próximamente Florence + The Machine grabarán un MTV Unplunged en Nueva York, y puede que sea de los mejores que grabe la cadena musical, hasta entonces conformémonos con el vídeo de Never Let Me Go que no es poco.
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