Llevar la manicura bien hecha es tan importante o más que cualquier otro complemento o vestimenta. Unas uñas descuidadas ofrecen una pésima imagen de quien así las luce y puede llegar a estropear un outfit. Pocas cosas estropean más una imagen espectacular que unas uñas descuidadas, o lo que es peor, desconchadas.
De unos años a ahora las posibilidades no se reducen únicamente a pintarse las uñas, sino que pueden crearse auténticas obras de arte en apenas unos centímetros. Para diseños complicados hay que tener cierto conocimiento y herramientas adecuadas, algo que no es siempre fácil de conseguir.
Sin embargo las compañías ofrecen cada vez más propuestas para monederos modestos. La tendencia del cracking (simula grafities) fue máxima el verano pasado, aunque no siempre era fácil de encontrar. De unas semanas a ahora han sido las marcas más económicas las que se han hecho con esta tendencia y ofrecen interesantes posibilidades. Es mas, he llegado a encontrarme este tipo de esmaltes en los bazares chinos.
En contra de lo que pueda parecer es muy fácil de aplicar y el resultado es de lo más convincente. En primer lugar se aplica una base y un esmalte que es el que se verá por debajo del cracking. La cosa va en función del gusto de cada uno y únicamente debe combinarse con el cracking. Una vez haya secado el esmalte se aplica el cracking y en apenas unos segundos veréis como se abren los surcos. Basta esperar otros minutos y se aplica el top coat para dar por finalizado el diseño.
A mi, personalmente, me encanta el resultado y me he hecho con varios cracking de distintos colores para ir combinándolos. Es una propuesta divertida de cara a la primavera que está por llegar y época en la que nos volvemos más atrevidas.
Pero si no os convence este diseño hay muchas más posibilidades. Una de las más sencillas y divertidas es la de combinar diferentes colores, en función de la ropa o complementos que vayamos a lucir. Lo habitual es pintarse una o dos uñas de cada mano de un color, generalmente el más atrevido, y el resto de otro.
Otra opción es darle una vuelta de tuerca a la tradicional manicura francesa. Se trata de mantener la idea de un color en toda la uña y otro en la línea exterior, aunque no será blanco. Las posibilidades son muchas, por lo que las dejaremos para un próximo post más detallado.
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