El fenómeno es consecuencia del uso excesivo, por parte de agricultores, de una sustancia que acelera el crecimiento.
Los afectados por las explosiones aparentemente usaban por primera vez el acelerador de crecimiento.Las sandías explotan por decenas en el este de China debido a que los agricultores les dieron sobredosis de sustancias químicas para el crecimiento durante la temporada de lluvia, creando lo que la prensa estatal llama "campos minados".
Una veintena de agricultores en torno de la ciudad de Danyang, provincia de Jiangsu, perdieron hasta 45 hectáreas de fruta, dijo la Televisión Central China en un informe especial.
Los precios del año pasado impulsaron a muchos agricultores a cultivar sandías.
Los afectados por las explosiones aparentemente usaban por primera vez el acelerador de crecimiento forclorfenuron. Las normas chinas no prohíben su uso, pero el informe destaca cómo los agricultores abusan de sustancias tanto legales como prohibidas, como pesticidas y fertilizantes.
Wang Liangju, profesor de horticultura en la Universidad Agrícola de Nanjing, quien visitó Danyang al comenzar el problema de las explosiones, dijo que el forclorfenuron es inofensivo y eficaz cuando se lo usa correctamente.
Explicó que se había utilizado la droga cuando la estación estaba demasiado avanzada, lo cual sumado a las lluvias intensas acrecentó el riesgo de las explosiones. La variedad de sandía también fue un factor.
"La sandía que plantaron es una variedad de cáscara fina, que llaman localmente 'sandía explosiva' debido a su tendencia a partirse", señaló.
Las sandías intactas se vendían en un mercado mayorista en la vecina Shanghai, pero mostraban señales de abuso de forclorfenuron: fruta fibrosa, deforme y con semillas blancas en lugar de negras.
Aunque la prensa china es controlada estrictamente por el gobierno, la información sobre escándalos provocados por la falta de seguridad de los alimentos se ha vuelto más agresiva últimamente, en una aparente señal de que el gobierno comprende que necesita ayuda para vigilar el sector.
Fuente: Milenio
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